Estados Unidos, 18 de junio de 2025. Una usuaria de TikTok identificada como @cheetahvibes24 generó una fuerte ola de indignación luego de publicar un video donde celebraba públicamente las redadas migratorias realizadas por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Estados Unidos, lo que fue interpretado por muchos como un acto de discurso de odio contra migrantes.

El material fue subido a la red en el contexto de manifestaciones que se llevaron a cabo en Los Ángeles, California, en rechazo a las políticas migratorias impulsadas por el presidente Donald Trump, mismas que incluyen redadas masivas contra personas indocumentadas. En el clip, la tiktoker aplaudía la labor de los agentes de ICE, lo que desató miles de comentarios críticos y acusaciones de fomentar el racismo y la xenofobia.

Ante la presión social, la joven eliminó el video original y subió un segundo mensaje, esta vez en tono conciliador, ofreciendo disculpas públicas y afirmando que su intención no fue atacar a los migrantes ni difundir odio. “Lo eliminé porque me di cuenta de que se estaba interpretando completamente de todas las maneras equivocadas y no era para nada lo que yo pretendía”, explicó.

Visiblemente afectada, rechazó las acusaciones de racismo y expresó que su mensaje fue malinterpretado: “No hay ni un hueso racista en mi cuerpo”, dijo. Justificó que su intención era “defender a los agentes que simplemente están haciendo su trabajo”.

El episodio abrió un debate sobre los límites de la libertad de expresión, el papel de los creadores de contenido en temas sensibles y el uso de plataformas como TikTok para expresar opiniones sobre políticas migratorias controversiales.

La creadora de contenido cerró su mensaje reiterando su arrepentimiento: “Lamento profundamente si te lastimó. No era mi intención. Lo siento, desde el fondo de mi corazón”, concluyó.

El video sigue generando comentarios encontrados en redes sociales, donde muchas personas exigen responsabilidad ética en los mensajes difundidos por influencers, sobre todo cuando tocan temas tan delicados como la migración y los derechos humanos.

Bogotá, Colombia, 16 de junio de 2025.— Juan Sebastián Rodríguez Casallas, el adolescente señalado como autor del ataque directo contra el candidato presidencial Miguel Uribe Turbay, permanece bajo custodia de las autoridades en el búnker de la Fiscalía General de la Nación, luego de ser capturado minutos después de haber disparado a quemarropa durante un acto público. El aspirante continúa en estado crítico.

El menor será procesado por los delitos de tentativa de homicidio y porte ilegal de armas de fuego. Al tratarse de un adolescente, su caso es atendido en coordinación con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), que también ha revelado detalles sobre su entorno personal, marcado por la descomposición familiar, el abandono y antecedentes de violencia.

De acuerdo con información difundida por El Colombiano, Rodríguez Casallas, de apenas 16 años, había mostrado interés en actividades artísticas y deportivas, como el breakdance y el ciclismo BMX, antes de verse inmerso en un entorno delictivo. Sin embargo, su vida dio un giro drástico tras la muerte de su madre, episodio que marcó el inicio de una serie de conductas disruptivas y episodios de violencia escolar.

Tras el fallecimiento de su madre, el padre —de nacionalidad polaca— lo dejó al cuidado de la familia materna y posteriormente se desvinculó por completo. El menor habría experimentado episodios de violencia intrafamiliar y quedó al cuidado de una tía. A medida que crecía, dejó la escuela, comenzó a consumir sustancias y se vio involucrado en actos de agresión y acoso escolar.

La institución educativa a la que asistía informó en su momento la necesidad de que recibiera acompañamiento psicológico, sin embargo, el padre se negó rotundamente a aceptar la intervención profesional y llegó incluso a amenazar a dos docentes para impedir que el menor accediera al apoyo.

La Fiscalía colombiana continúa investigando los posibles vínculos del adolescente con redes criminales. Se busca determinar si actuó bajo órdenes de un autor intelectual y esclarecer quiénes están detrás del atentado contra Miguel Uribe Turbay. Las autoridades han señalado que el joven será sometido a entrevistas especializadas, como parte del proceso judicial y de protección en el marco del sistema penal para adolescentes.

Mientras tanto, la opinión pública colombiana observa con consternación un caso que no solo sacude la política nacional, sino que también evidencia las profundas fracturas sociales que empujan a jóvenes vulnerables hacia caminos de violencia y criminalidad.

Teherán, Irán, 16 de junio de 2025.— La tensión en Medio Oriente volvió a escalar este lunes tras un ataque aéreo que impactó directamente la sede central de la televisora estatal de Irán (IRIB), en un hecho que fue captado en tiempo real durante una transmisión en vivo, provocando conmoción dentro y fuera del país.

El bombardeo, que ha sido atribuido a Israel, ocurrió mientras una presentadora se encontraba al aire, interrumpiendo abruptamente la emisión tras una explosión que sacudió las instalaciones. El gobierno iraní confirmó la muerte de varios trabajadores de la cadena, además de cuantiosos daños en el edificio principal del medio estatal.

Pese a la magnitud del ataque, IRIB logró retomar la señal horas más tarde. En una transmisión simbólica de resistencia, el director general del canal, Peyman Jebeli, apareció con un ejemplar de periódico manchado de sangre en mano, declarando con voz firme: “Aguantaremos hasta el final”. La imagen fue ampliamente compartida en redes sociales y se convirtió en un potente mensaje de unidad nacional.

Desde Jerusalén, el gobierno israelí justificó la acción militar al señalar que la sede de IRIB funcionaba como un supuesto “centro de mando encubierto” de operaciones del aparato militar iraní, una afirmación que las autoridades de Teherán rechazaron categóricamente, denunciando el hecho como un crimen de guerra y una grave violación al derecho internacional.

Diversos gobiernos y organismos internacionales han expresado su alarma por este episodio, que agudiza aún más el prolongado conflicto entre ambas naciones. Mientras se multiplican los llamados a la contención, también crecen las advertencias sobre una posible escalada regional con consecuencias impredecibles.

El ataque no solo constituye una ofensiva directa contra una instalación estratégica, sino que representa un golpe simbólico al aparato de comunicación del Estado iraní. La imagen de una transmisión interrumpida por una explosión y la aparición posterior del director con un periódico ensangrentado quedarán, para muchos, como una muestra del momento en que el conflicto llegó a la pantalla.