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Concientizan Sobre Malformaciones Congénitas Y Su Prevención En Hidalgo
Cada 3 de marzo se conmemora el Día Mundial de las Malformaciones Congénitas, con el propósito de sensibilizar a la población sobre la importancia de la prevención, el diagnóstico oportuno y el tratamiento de estas afecciones para mejorar la calidad de vida de quienes las padecen.
Especialistas de la Secretaría de Salud de Hidalgo (SSH) explican que estas anomalías afectan la anatomía, funcionalidad, crecimiento, maduración y metabolismo desde el nacimiento, pudiendo generar discapacidad en distintas etapas de la vida o incluso poner en riesgo la supervivencia del recién nacido.
Entre los trastornos más comunes se encuentran el síndrome de Down, malformaciones cardíacas, defectos del tubo neural y alteraciones craneofaciales. En cuanto a las enfermedades cardíacas congénitas, destacan la endocarditis, las arritmias, la insuficiencia cardíaca y la hipertensión pulmonar.
Los defectos del tubo neural incluyen padecimientos como la espina bífida, anencefalia y encefalocele, los cuales afectan el desarrollo del cerebro y la médula espinal. Por su parte, los defectos craneofaciales abarcan el labio leporino, paladar hendido, craneosinostosis, microsomía hemifacial e hidrocefalia.
En Hidalgo, durante 2023, se registraron 8 casos de anencefalia (0.2 por cada 1,000 nacimientos), 2 de encefalocele, 2 de mielomeningocele, 2 de meningocele y 14 de microcefalia. Respecto a las malformaciones craneofaciales, se documentaron 2 casos de hidrocefalia, 21 de labio y paladar hendido, 1 de macrocefalia y 12 de microtia.
Para reducir la incidencia de estos padecimientos, la SSH recomienda el consumo de 0.4 miligramos de ácido fólico como suplemento a partir de la adolescencia. Este nutriente, perteneciente al complejo B, disminuye hasta en un 70% el riesgo de defectos del tubo neural, malformaciones cardíacas y alteraciones craneofaciales en bebés en gestación.
El folato, la forma natural del ácido fólico, se encuentra en alimentos como verduras de hojas verdes, huevos, cereales, frijoles, lentejas y frutas cítricas, además de productos enriquecidos como pan y pasta. Dado que el organismo no almacena este nutriente, es necesario un consumo constante para mantener niveles adecuados.
La SSH, bajo la dirección de Vanesa Escalante Arroyo, exhorta a las parejas que planean un embarazo o que ya lo han iniciado a acudir a su unidad médica para recibir orientación sobre cuidados prenatales, alimentación saludable y suplementación vitamínica, a fin de proteger la salud maternoinfantil.
En México, la vigilancia epidemiológica de los defectos congénitos comenzó a finales de la década de 1980, tras un aumento en los casos de anencefalia en el norte del país. A partir de 1988, el Instituto Nacional de la Nutrición “Salvador Zubirán” impulsó un sistema de monitoreo que sigue en operación.
A nivel mundial, cada año se estima que 303,000 recién nacidos fallecen en sus primeras cuatro semanas de vida debido a anomalías congénitas. El mielomeningocele sigue siendo el defecto del tubo neural más frecuente, con una incidencia de 11.03 casos por cada 100,000 nacimientos, seguido de la anencefalia con 7.44. En cuanto a los defectos craneofaciales, el labio y paladar hendido encabeza la lista con 28.7 casos por cada 100,000 nacidos vivos.