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México Avanza Hacia La Reducción De La Jornada Laboral Con Implementación Gradual
El proceso para reducir la jornada laboral en México avanza con un enfoque de implementación escalonada, en respuesta a las demandas del sector empresarial y a recomendaciones internacionales. El secretario del Trabajo y Previsión Social, Marath Bolaños, reiteró durante la Asamblea Ordinaria de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) que esta medida se aplicará de manera paulatina y en consenso con empleadores y sindicatos.
Actualmente, en la Cámara de Diputados se analizan cinco iniciativas que buscan establecer dos días de descanso por cada cinco de trabajo, lo que reduciría la jornada semanal de 48 a 40 horas. A diferencia de propuestas anteriores, estos proyectos incluyen periodos de transición y programas piloto para facilitar la adaptación de las empresas y garantizar que el cambio no afecte la productividad ni el empleo.
Las iniciativas contemplan distintos esquemas de implementación:
- Un año para su entrada en vigor, con seis meses adicionales para que el Congreso de la Unión armonice las leyes secundarias.
- Aplicación escalonada según el tamaño de la empresa: tres años y medio para micronegocios, dos años para pequeñas empresas, año y medio para medianas y seis meses para grandes corporaciones.
- Un programa piloto coordinado por las Secretarías de Trabajo y Economía, con duración de un año, que permitirá evaluar la productividad y definir un esquema de transición.
- Un modelo progresivo en el que, durante el primer año, los trabajadores laborarían medio día en su sexto día de trabajo, para en el segundo año obtener dos días de descanso completos.
La reducción de la jornada laboral es un compromiso del gobierno de Claudia Sheinbaum, quien ha asegurado que este cambio se realizará de manera progresiva y en consenso con los sectores productivos. Los proyectos han sido presentados por legisladores de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), el Partido del Trabajo (PT), el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y Movimiento Ciudadano (MC).
El sector empresarial ha insistido en que la implementación gradual es clave para evitar afectaciones económicas y operativas. En este sentido, la propuesta sigue la línea de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que desde 1962 ha recomendado que la reducción del tiempo de trabajo se realice sin afectar el salario ni la estabilidad laboral.
Casos como el de Chile y Colombia han demostrado que este proceso puede realizarse de manera efectiva sin perjudicar la productividad. En Chile, la jornada de 40 horas se aprobó en 2023, pero su reducción será paulatina hasta 2028. En Colombia, el cambio de 44 horas semanales fue aprobado en 2021, comenzó a aplicarse en 2023 y finalizará en 2024.
El gobierno federal prevé que antes de finalizar el año se realicen mesas de trabajo encabezadas por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social para definir las mejores rutas de implementación. Aunque no se ha anunciado una fecha oficial, el sector empresarial estima que estos diálogos iniciarán en marzo, según adelantó Fernando Yllanes, representante del Consejo de Administración de la OIT.
Si bien aún se discuten los detalles sobre cómo se aplicará la reforma, los expertos coinciden en que la reducción de la jornada laboral es inminente y podría completarse en un plazo máximo de dos años.