Este jueves 25 de julio, las autoridades de Estados Unidos arrestaron a Ismael “El Mayo” Zambada, un suceso que ha generado sorpresa y numerosas preguntas sobre el capo y su familia. En particular, se ha vuelto a centrar la atención en su hermano menor, Jesús Reynaldo Zambada García, alias “El Rey”, quien tenía un lujoso rancho en el estado de Hidalgo.

Jesús Reynaldo Zambada García fue detenido en octubre de 2008 por la Policía Federal y posteriormente extraditado a Estados Unidos, donde participó en el famoso “Juicio del Siglo” contra Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera. Antes de su arresto, Zambada García pasaba los viernes en su suntuoso rancho, llamado Los Alpes, ubicado en Buenaventura, una localidad pobre del municipio de Acaxochitlán.

Según un reportaje de Marcela Turati en Proceso, los residentes locales describieron aquellos años como tiempos de gloria y bonanza. Sin saber que el rancho pertenecía a un narcotraficante, los pobladores simplemente se referían al dueño como “El Rico” debido a los lujos y excentricidades que rodeaban la propiedad.

El rancho Los Alpes era un reflejo del gusto de Jesús Reynaldo por la opulencia. Disfrutaba contemplando animales exóticos como cebras, caballos, búfalos, camellos y canguros. Las habitaciones del rancho estaban adornadas con maderas finas, muebles costosos y elegantes figuras talladas en las fachadas, según revelaron las autoridades durante los cateos posteriores a su arresto.

Además de Los Alpes, Zambada García poseía otra propiedad en Acaxochitlán llamada Las Palomas, que contaba con invernaderos, caballerizas, cabañas, y lujosas comodidades como una mesa de billar, jacuzzi y piscina. Esta propiedad fue dejada en manos de la nana del capo, a quien le entregó las escrituras.

A pesar de su implicación en el narcotráfico, “El Rey” era conocido por su generosidad en la localidad. Proveía empleo a muchos habitantes de Acaxochitlán y apoyaba a la comunidad con dinero y animales, como cerdos. Sin embargo, tras su aprehensión, el Ejército y la Policía Federal realizaron cateos en los que confiscaron todos los lujos y bienes, dejando sin trabajo a decenas de personas que cuidaban del ganado y los animales exóticos del rancho.

La historia de Jesús Reynaldo Zambada García es un recordatorio de cómo el narcotráfico puede influir en la vida de las comunidades locales, envolviéndolas en una mezcla de riqueza y temor.