Río de Janeiro, Bra., 22 de agosto de 2025.– La justicia brasileña dictó una sentencia ejemplar contra las creadoras de contenido Kérollen Cunha Ferreira y Nancy Gonçalves Cunha Ferreira, quienes fueron condenadas a 12 años de prisión tras difundir un video en redes sociales considerado racista por la manera en que ridiculizaba a niños afrodescendientes.

De acuerdo con reportes de CNN Brasil, el material fue publicado en TikTok y mostraba a las influencers entregando plátanos y peluches de monos a menores de comunidades afrodescendientes, bajo una dinámica en la que los pequeños podían elegir entre recibir dinero en efectivo o un “premio misterioso”, que resultaba ser alguno de esos objetos.

La jueza Simone de Faria Ferraz, del Primer Tribunal Penal de São Gonçalo, señaló que el contenido constituyó una forma de humillación pública al animalizar a los menores. “Al darles plátanos o monos de peluche se burlaron de sus decisiones, de sus expectativas y los despojaron de su dignidad”, sostuvo durante la audiencia.

El tribunal determinó que las acusadas utilizaron la vulnerabilidad de los niños para generar material viral y obtener beneficios económicos, lo que agravó la conducta. Aunque ambas alegaron que no hubo intención de incurrir en racismo, la jueza concluyó que, al contar con millones de seguidores, debían asumir la responsabilidad del impacto social y legal de su contenido.

Además de la condena a prisión, se les impuso el pago de una multa cercana a 20 mil reales —equivalente a unos 68 mil pesos mexicanos— destinada como compensación para las víctimas.

Kérollen y Nancy, con más de 13 millones de seguidores en TikTok y más de tres millones de suscriptores en YouTube, eran conocidas por producir videos de comedia. No obstante, este caso marca un precedente en Brasil respecto a los límites legales y éticos del contenido digital y la responsabilidad de los generadores de contenido en plataformas sociales.

Caracas, Ven., 22 de agosto de 2025.– El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, llamó a la milicia, a los reservistas y a la población civil a participar en jornadas de alistamiento este fin de semana, como respuesta a lo que calificó como “amenazas directas” del gobierno de Estados Unidos.

La convocatoria ocurre luego de que Washington incrementara a 50 millones de dólares la recompensa por información que conduzca a la captura de Maduro, además de poner en marcha una operación antinarcóticos en el mar Caribe con la participación de buques de guerra y la posible movilización de marines.

“Este sábado y domingo tendremos una gran jornada de alistamiento para decirle al imperialismo: basta de tus amenazas, Venezuela quiere paz y está preparada para defenderse”, declaró el mandatario durante un acto en el que condecoró a integrantes de la milicia.

De acuerdo con Maduro, las actividades se desarrollarán en cuarteles militares, plazas centrales y bases populares de defensa integral. Asimismo, anunció que se reunirá con el sistema defensivo nacional para ajustar los planes de seguridad y garantizar la cobertura de más de 4.5 millones de milicianos en el país, cifra que su gobierno estima como el núcleo de su fuerza territorial.

Medios estadounidenses reportaron que la operación antinarcóticos incluye al menos tres buques desplegados en aguas cercanas a Venezuela y que se evalúa el envío de hasta cuatro mil marines como parte de la estrategia de presión militar de la Casa Blanca.

Washington, que desconoce las últimas reelecciones de Maduro, lo acusa de liderar el denominado Cártel de los Soles, una presunta organización dedicada al narcotráfico. La tensión entre ambos gobiernos mantiene un escenario de confrontación política y militar en la región.

Eagle Pass, Texas., 22 de agosto de 2025.– Trabajadores migrantes en Estados Unidos denuncian que, además de las redadas implementadas por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), enfrentan nuevas formas de engaño que los colocan en una situación aún más vulnerable. En el sector de la construcción, algunos empleadores recurren a prácticas que van desde la contratación con falsas promesas de pago hasta la delación directa ante las autoridades migratorias.

Juan Morales, obrero mexicano originario de Piedras Negras y residente en Eagle Pass, relató que varias personas de su comunidad han sido víctimas de este tipo de abusos. Explicó que, en ciertos casos, los patrones solicitan un trabajo con condiciones aparentemente normales y, al finalizar, en lugar de pagar, notifican a las autoridades migratorias. Ante ello, dijo, los migrantes deben medir cada paso y evaluar cuidadosamente qué empleos aceptar.

Según Morales, la incertidumbre genera un ambiente de miedo permanente, pues cualquier oferta puede convertirse en una trampa. Sin embargo, subrayó que la fuerza laboral latina sostiene áreas que los ciudadanos estadounidenses no están dispuestos a cubrir. “La mayoría no quiere hacer el esfuerzo que nosotros realizamos; por eso, aunque nos rechacen, dependan del trabajo migrante para mantener su economía”, afirmó.

El trabajador reconoció que existen empleadores que muestran solidaridad, pero advirtió que los actos de discriminación y delación siguen siendo frecuentes. A su juicio, la productividad y capacidad de los migrantes despierta recelo en algunos sectores, especialmente porque realizan tareas con dedicación y versatilidad.

Pese a la hostilidad, Morales asegura que mantiene la fe. “Si continúo aquí es porque Dios lo permite, y si llega el momento de regresar, también será parte de su voluntad”, expresó, convencido de que la resiliencia es parte de la vida migrante.

La experiencia de este obrero es un reflejo de la situación que viven miles de connacionales en Estados Unidos: explotación laboral, discriminación y la constante amenaza de ser detenidos, un fenómeno que mantiene abierta la discusión sobre las políticas migratorias y los derechos de quienes buscan oportunidades más allá de sus fronteras.