Con la llegada de abril, miles de contribuyentes en México se preparan para presentar su declaración anual ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT), con la esperanza de recibir el tan esperado saldo a favor, es decir, la devolución de impuestos correspondiente al ejercicio fiscal 2024.

La declaración anual es un trámite que deben realizar las personas físicas para reportar sus ingresos, pago de Impuesto Sobre la Renta (ISR) y deducciones personales. A partir de esta revisión, la autoridad fiscal determina si el contribuyente debe pagar un monto adicional o, por el contrario, puede recibir una devolución.

¿Quiénes pueden obtener saldo a favor?
Generalmente, son aquellos contribuyentes que realizaron deducciones personales durante el año, relacionadas con gastos médicos, colegiaturas, seguros, intereses hipotecarios, aportaciones voluntarias al retiro, entre otros. Estas deducciones pueden reducir la base gravable y generar un saldo a favor.

Están obligados a presentar su declaración anual:

• Personas asalariadas que hayan obtenido más de 400,000 pesos al año.
• Quienes hayan trabajado para dos o más empleadores durante el mismo ejercicio.
• Personas que percibieron ingresos por indemnización, jubilación o pensiones.
• Trabajadores independientes, profesionales o freelance.
• Contribuyentes con inversiones que hayan recibido más de 20,000 pesos anuales en intereses.

Para quienes no tienen la obligación de presentar declaración, como asalariados que ganaron menos de 400,000 pesos y sólo trabajaron para un patrón, pueden hacerlo de forma voluntaria, especialmente si tienen deducciones personales que podrían generarles saldo a favor. En estos casos, se recomienda contar con asesoría fiscal para evaluar si conviene presentar el trámite.

¿Y si tengo inversiones?
Según el contador Roberto Iván Colín Mosqueda, integrante del Colegio de Contadores Públicos de México, los contribuyentes que recibieron intereses por más de 20,000 pesos provenientes de instituciones financieras sí están obligados a declarar. Si los intereses no superan esa cantidad, y se es asalariado de un solo patrón, no hay obligación.

En el caso de quienes no perciben ingresos por salarios pero sí por intereses, sólo están obligados si superan los 100,000 pesos anuales. Si los ingresos por intereses no exceden ese monto, y la institución financiera ya retuvo el impuesto correspondiente, no es necesario presentar la declaración.

Deducciones que ayudan a obtener saldo a favor:

• Honorarios médicos y dentales
• Gastos hospitalarios
• Seguro de gastos médicos
• Colegiaturas
• Intereses reales pagados por crédito hipotecario
• Aportaciones complementarias para el retiro
• Gastos funerarios
• Donativos
• Transporte escolar obligatorio

El SAT ya habilitó el simulador de declaración anual, herramienta en la que se pueden consultar los datos precargados y conocer si se obtendrá saldo a favor o si hay un monto pendiente por pagar. Para acceder, es necesario ingresar con el RFC, contraseña o e.firma.

Realizar este trámite en tiempo y forma no solo es una obligación fiscal, también puede representar un beneficio económico directo para quienes cumplan con los requisitos y aprovechen las deducciones permitidas por ley.