Los perros son reconocidos por su lealtad y por su instinto protector, cualidades que los han posicionado como los mejores amigos del ser humano. Una de sus reacciones más comunes ante lo desconocido es ladrar o mostrarse inquietos cuando un extraño entra en casa. Pero, ¿por qué lo hacen solo con algunas personas?

Este comportamiento, aunque frecuente, no ocurre con todos los visitantes. De acuerdo con especialistas en etología —la ciencia que estudia el comportamiento animal—, los perros responden a señales sensoriales específicas de su entorno, incluidas las que emiten las personas. Su capacidad para interpretar emociones, estados de ánimo y energía ambiental les permite detectar aspectos que pasan desapercibidos para nosotros.

Las razones pueden variar: desde el olor de una persona, su postura corporal, tono de voz, hasta la forma en que se aproxima o interactúa con otros. Los perros, al ser animales altamente sensitivos, pueden experimentar incomodidad o desconfianza si perciben lo que interpretan como una amenaza o simplemente una energía negativa.

En muchos casos, los ladridos compulsivos y la actitud defensiva responden al instinto de protección del animal, sobre todo si no ha sido debidamente socializado. Esto incluye tanto el contacto con otros animales como la interacción constante con distintos tipos de personas, lo que puede ayudar a moderar sus respuestas.

Para manejar mejor estas situaciones, los expertos recomiendan seguir algunos pasos:

• Realizar ejercicio físico con el perro antes de recibir visitas, lo que ayuda a reducir su nivel de energía acumulada.
• Mantener un ambiente tranquilo y evitar la sobreestimulación durante la llegada del visitante.
• Conservar la calma, ya que los perros tienden a reflejar el estado emocional de sus dueños.
• Pedir a los invitados que eviten mirar directamente al perro o tocarlo al inicio, permitiendo que el acercamiento ocurra de forma natural y progresiva.

Entender el lenguaje y comportamiento de nuestras mascotas no solo favorece la convivencia, sino que fortalece el vínculo entre humanos y animales. En el caso de los perros, sus ladridos no siempre son una señal de agresión, sino una forma de comunicación que merece ser observada y comprendida.

Ciudad de México, 10 de junio de 2025. — El ciclón tropical Barbara evolucionó este lunes a huracán categoría 1 en el océano Pacífico, convirtiéndose en el primero de la temporada en esa región, según informó el Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Estados Unidos.

De acuerdo con el reporte de las 09:00 horas (tiempo del centro de México), el fenómeno se localizaba a unos 240 kilómetros al sur-suroeste de Playa Pérula, Jalisco, y a 245 kilómetros al suroeste de Manzanillo, Colima. Barbara alcanzó vientos sostenidos de hasta 120 kilómetros por hora, con ráfagas que alcanzaban los 150 kilómetros por hora.

El sistema continúa desplazándose de manera paralela a la costa del occidente mexicano, arrastrando bandas nubosas que provocan lluvias intensas en Jalisco, Colima y Michoacán, así como chubascos en Nayarit. Las ráfagas de viento alcanzan entre 60 y 80 kilómetros por hora en las costas de Jalisco y Colima, mientras que en las de Nayarit y Michoacán se reportan vientos de hasta 60 kilómetros por hora.

La presencia del huracán también genera oleaje elevado, con alturas de entre 3.5 y 4.5 metros en las costas de Jalisco, Colima y Michoacán, y de entre 1.5 y 2.5 metros en la franja costera de Nayarit.

Ante estas condiciones, autoridades meteorológicas advirtieron sobre el riesgo de deslaves, desbordamiento de cuerpos de agua y posibles inundaciones en zonas bajas. La Comisión Nacional del Agua (Conagua) exhortó a la población a mantenerse atenta a los comunicados del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y seguir las recomendaciones de Protección Civil en cada entidad.

Aunque se anticipa que Barbara podría fortalecerse ligeramente durante las próximas horas, el CNH prevé que inicie un proceso de debilitamiento a partir del martes. Hasta el momento, no se han emitido alertas o avisos costeros activos, aunque el monitoreo del fenómeno continúa de manera permanente.

Cabe recordar que la temporada de huracanes en el Pacífico oriental se extiende de mayo a noviembre. Para este 2025, se proyecta la formación de entre 7 y 15 ciclones con nombre en esta región, mientras que para el Atlántico se esperan entre 9 y 15 eventos.

El fenómeno climático conocido como canícula está por llegar. Según los pronósticos del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), este periodo de calor extremo y disminución de lluvias comenzará alrededor del 3 de julio y se extenderá hasta finales de agosto, afectando a una amplia franja del territorio nacional.

Aunque se presenta en plena temporada de lluvias, la canícula se distingue por una notable reducción en las precipitaciones, cielos despejados y un incremento significativo en la radiación solar. Esto provoca temperaturas que pueden superar los 40 grados Celsius, especialmente en regiones del Golfo, el sureste y parte del centro y occidente del país.

La causa principal de este fenómeno es un sistema anticiclónico que se establece sobre el océano Atlántico. Este sistema impide la formación de nubes y reduce la entrada de humedad a gran parte de México, lo que genera condiciones secas y calurosas durante aproximadamente 40 días.

Los estados que experimentarán las condiciones más extremas durante la canícula 2025 son Veracruz, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, donde se anticipan temperaturas superiores a los 38 grados, acompañadas de una sensación térmica aún más elevada debido a la humedad ambiental.

También se prevé impacto significativo en otras entidades como Chiapas, Oaxaca, Puebla, Morelos, Hidalgo, Michoacán, Colima, Guerrero, Tlaxcala, San Luis Potosí, Nuevo León y Tamaulipas. En estas zonas, el fenómeno podría extenderse hasta principios de septiembre.

Ante estas condiciones, las autoridades de salud han emitido recomendaciones para reducir riesgos a la población. Entre ellas, evitar la exposición directa al sol entre las 11:00 y 17:00 horas, hidratarse constantemente, vestir ropa ligera y proteger especialmente a niños, personas mayores y enfermos crónicos, quienes son más vulnerables a padecer golpes de calor, deshidratación o problemas gastrointestinales.

En el ámbito agrícola, la ausencia prolongada de lluvias podría provocar daños en cultivos básicos como el maíz y diversas hortalizas, impactando la producción local y la economía de comunidades rurales. Además, se anticipa que la canícula intensificará la sequía en estados como Hidalgo, Veracruz, Tamaulipas y San Luis Potosí, donde ya se han registrado bajos niveles en presas y sistemas de captación de agua.

Es importante señalar que entidades como Sonora, Sinaloa, Baja California y Baja California Sur, si bien presentan temperaturas muy altas en verano, no se ven afectadas directamente por la canícula debido a que su dinámica climática responde más a sistemas del Pacífico que del Atlántico.

La Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC) ha solicitado a las autoridades estatales y municipales activar medidas preventivas, particularmente en zonas rurales donde el acceso a agua potable y servicios médicos es limitado.

Aunque no se esperan cambios significativos en la duración o intensidad de la canícula respecto a años anteriores, se recomienda mantenerse informados a través de canales oficiales como la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el SMN y la CNPC, para conocer alertas climáticas, recomendaciones sanitarias y posibles acciones de emergencia.